La depresión es la segunda pandemia del mundo. Esta enfermedad afecta al 5% de los adultos a nivel mundial y cerca del 3,8% de la población mundial. Según la Organización Panamericana de la Salud, el 4,2% de la población sufre de depresión en Venezuela.
¿Qué es la depresión?
La Clínica Mayo define la depresión como “un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades”. Este trastorno afecta los sentimientos, el comportamiento y los pensamientos de una persona, que además es posible que cause problemas físicos y emocionales, sin olvidar que en ciertos casos puede llevar hasta el suicidio.
La depresión no es una debilidad, no se soluciona solo con fuerza de voluntad y una sonrisa. Recuperarse de una depresión es un proceso largo y no hay nada de malo en pedir ayuda a un profesional.
¿Quiénes tienen más probabilidad de sufrir de depresión?
La depresión puede afectar a cualquier persona sin importar edad, sexo, raza o condición social; sin embargo, sí hay mayores casos de depresión en personas en condición de pobreza, desempleo, luto, afección física y adicción. La Clínica Mayo establece a los niños, adolescentes y adultos mayores como población vulnerable por la misma naturaleza de su edad.
¿Cuáles son los síntomas para identificar la depresión?
Cuando una persona sufre de depresión puede tener varios episodios depresivos que varían en duración y normalmente consisten en:
Sentimientos de tristeza, vacío y desesperanza.
Ganas de llorar, irritabilidad y frustración.
Pérdida de interés en las actividades cotidianas, pasatiempos y responsabilidades.
Cansancio, fatiga, lentitud para razonar, actuar y comunicar.
Trastornos del sueño o de la conducta alimentaria.
Ansiedad.
Pensamiento e intentos suicidas.
Los síntomas que sufren los niños y adolescentes van desde el cambio en las emociones y comportamientos, como preocupación, apego, estado de ánimo irritable o molesto, baja autoestima, insomnio, aislamiento, trastornos de la conducta alimenticia, bajo rendimiento académico y deserción de actividades extracurriculares y sociales.
En adultos mayores se suman síntomas como problemas de memoria, cambios en la personalidad, dolor físico, pérdida del deseo sexual, y existe una mayor frecuencia de pensamientos y planeación suicida en los hombres mayores de 60 años.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Cualquier cambio en la conducta y estado de ánimo de forma prolongada debe servir para alertar a las personas alrededor; la deserción de actividades cotidianas y de gustos propios de la persona, arranques de enojo o estado irritable por asuntos de poca importancia, así como la sensación de que no vale la pena vivir son señales de alerta en el adulto común.
¿Qué hacer cuando hay sospecha de depresión?
Siempre que exista sospecha de depresión lo más recomendable es acudir con un especialista de la salud que se encargue de examinar a la persona en su contexto biopsicosocial y comenzar un proceso de terapia. Además, es fundamental un sistema de apoyo que comparta e interactúe con la persona en este proceso de mejora.